Durante la segunda mitad del siglo IV se construyó una primera basílica de planta rectangular, con una cabecera de planta cuadrada en el exterior y semicircular en el interior, así como capillas funerarias laterales. En el sector oeste de esta basílica había un espacio funerario con un enterramiento central y otras cámaras. Por otro lado, en el sector este de la basílica, detrás del ábside, había una primera estructura baptismal con dos depósitos y un conducto de desguace donde se localizó un lote de treinta monedas, con una datación del año 363.
En una segunda fase constructiva (primera mitad del siglo V) se pavimentó la iglesia con mosaico de motivos geométricos. En el lateral sur encontramos motivos funerarios cristianos de panes y peces, junto a una lápida sepulcral de losas de mármol y teselas dedicada a un tal Securus Cecilianus.
En este momento también se rehízo el espacio bautismal: se construyó una piscina de planta cuadrangular delimitada por un templete de columnas que configura un espacio octogonal.