Sin embargo, durante el siglo XVII el nuevo vicario Joan Arnella inició un conjunto de actuaciones para revitalizar las iglesias. Su actividad restauradora se centró sobre todo en la iglesia de Santa María, con motivo de la conmemoración del 500 aniversario de la consagración del edificio en el año 1112.
Durante la segunda mitad del siglo XVII se construyó la capilla de San Valentín. Actualmente, en el fondo de esta capilla encontramos el único retablo propiamente barroco que se conserva en Terrassa. Es un retablo probablemente de finales del siglo XVII, del que sólo se conserva la estructura original.
Entre los siglos XVI y XVIII se encargaron varios retablos. Hoy se conservan tres, aunque ninguno de ellos completo: el retablo mayor de Santa María, obra de los artistas Bautista Palma y Joan Basí, elaborado entre los años 1611-12. Y el retablo de la Virgen del Rosario, encargado por la cofradía del mismo nombre y pintado a finales del siglo XVI. Estaba ubicado en el transepto de Santa María.
Tenemos constancia de tres retablos más, pero sólo conservamos fragmentos. El dedicado a San Sebastián, con tres tablas pintadas, ubicado originalmente en la iglesia de San Pedro. El mayor de San Pedro, del que conservamos tres esculturas policromadas; y un tercero que había sido instalado en la iglesia de San Miguel, del cual conservamos el frontón, dos laterales y la predela.
En los años 1880-1881 se construyó la actual capilla del Santísimo Sacramento, que se encuentra anexada a la iglesia de San Pedro y se accede por la capilla de San Valentín. La actual decoración es resultado de una remodelación del año 1948: las pinturas del presbiterio y de las bóvedas de la nave son obra de Ricard Marlet y los mosaicos del pavimento son de Santiago Padrós.
La capilla de la Virgen de Montserrat está situada en el transepto sur de San Pedro. En esta capilla destaca el altar presidido por una talla de madera de la Virgen de Montserrat. Este altar fue diseñado por Josep M. Gassó y esculpido y pintado por Francesc Sitjar en 1954.
